Bridge
Piedras
La Amatista es una piedra poderosa y protectora. Muy buena para la mente, transmutadora de energías en amor. Aporta serenidad y tranquilidad. Ayuda a destrabar bloqueos mentales y favorecer la concentración y a centrarse emocionalmente para favorecer la autoestima. Bloquea tensiones. Ayuda a la meditación, la intuición, el insomnio por hiperactividad y la limpieza del cuerpo y la mente. Potencia la sabiduría.
Altamente energizante, limpiadora. Equilibra emociones, disipa miedos, y ayuda a afrontar depresiones o angustias. A nivel físico es positiva para el sistema reproductor, intestinal y para el oído.
Limpiador y regenerador. Genera calidez y creatividad. Transmuta la energía negativa en positiva, es protector para el entorno. Limpia y equilibra. Es protector del aura. Es una piedra de abundancia, atrae riqueza y prosperidad además de éxito. Se la vincula a la felicidad y generosidad. Potencia el compartir y también ayuda a conservar riquezas. Eleva la autoestima y la confianza, además de la expresión. Potencia la concentración. Promueve la calma y la sabiduría. No necesita limpieza. (Puede situarse en la esquina de la riqueza de los hogares o negocios, lejos de la puerta principal).
Es la piedra del amor y de la Paz, de la curación y el autoamor. Fortalece la confianza y la armonía en relaciones, la empatía, la calma, y la seguridad. Ayuda a atravesar crisis, puede ir en dormitorios o en cualquier sitio del hogar. Complementada con la amatista ayuda a calmar y armonizar.
Abre y estabiliza el chacra corazón. Transmuta energías en positivas. Inspira creatividad y equilibra el sistema endócrino.
Otorga fuerza, vigor y perseverancia. Imparte autocontrol y autoconfianza para estar en armonía con el entorno. Refuerza la conciencia y el sentido de la responsabilidad, mejora el pensamiento analítico y la lógica. Sirve para sanar antiguas penas. Alivia preocupaciónes y miedos. Otorga dones de tomar sabias decisiones.
Muy buena para la intuición, la mente y la meditación. Fomenta la objetividad, ayuda en la apertura de nuevas comprensiones, disipando rigidez. Inspira solidaridad y armonía en el trabajo colectivo y en lo grupal. Calma el pánico. Equilibra emocionalmente, estimula la confianza y la autoaceptación ayudando a la autoestima. Combate el insomnio.